En el norte de Perú, limitando con Ecuador y continuando la cordillera de los Andes a través de un valle fluvial profundamente erosionado, se encuentra Lonya Grande. Hogar del río Marañón, el principal afluente del Amazonas, y de la fortaleza de Kuelap construida por los Chachapoyas en el siglo VI d.C., las empinadas laderas de las montañas han creado un microclima que alberga una proliferación de orquídeas, hogar de la preciada variedad de cacao Nacional y perfecto para grandes café de calidad.

La mayoría del café que se cultiva es Caturra, alrededor del 40%, y Pache (alrededor del 30%), una mutación enana del linaje Typica originario de Guatemala.

En 2015 un grupo de productores se unió para crear lo que se ha convertido en la Asociación de Productores Cafetaleros De La Cuenca Del Río Marañón – APROCCURMA – con el objetivo colectivo de mejorar sus condiciones de vida en el trabajo cooperativo y organizativo. Actualmente cuenta con 467 productores, 124 de ellos mujeres repartidos en un total de 867 hectáreas. Entre las iniciativas que ejecutan se encuentran programas de reforestación y conservación de suelos, así como planes de manejo de residuos sólidos.

Aquí el café se recoge maduro y, después de una flotación inicial, se pasa por una máquina despulpadora. Los tanques se utilizan para la fermentación (aproximadamente 12 a 18 horas) y el lavado, antes de utilizar plataformas de madera y tiendas solares para el secado controlado.